Alternativa condicionada

El Metrobús: Alternativa Condicionada
(publicado en el periódico Reforma el 5 de diciembre de 2004, en la sección Ciudad y Metrópoli)

El Gobierno del Distrito Federal comenzará la construcción de un corredor de transporte público, denominado Metrobús, que recorrerá 20 kilómetros desde Ciudad Universitaria hasta Indios Verdes por la Avenida de los Insurgentes.

Para el funcionamiento del corredor se requiere confinar un par de carriles al centro de la vialidad para dedicarlos exclusivamente al paso de los 100 autobuses articulados, con una capacidad de 120 pasajeros, sustituyendo a los 400 microbuses y camiones que actualmente recorren ese trayecto. Para ello, deberán ajustarse algunos tramos del camellón central de la avenida, para construir 35 estaciones de ascenso y descenso cada 450 metros. El Metrobús circulará a una velocidad promedio de 21 km/hr., lo que nos permitirá viajar de Ciudad Universitaria a Indios Verdes en una hora en vez de las dos horas y media que se hacen en este tramo en horas pico.

Esta es una de las alternativas de transporte sustentable de mayor vanguardia, por lo que varias ciudades del mundo, siguiendo el ejemplo de Curitiba en Brasil, y de Bogotá, en Colombia, han optado por construir corredores de transporte confinado en lugar de Metro. Los corredores son más eficientes y económicos, cuestan 10 veces menos que el Metro, su construcción no destruye la Ciudad y se realiza 10 veces más rápido, además de que ofrece seguridad, rapidez y eficiencia al usuario del transporte público, con la ventaja de que los trayectos se hacen en superficie y no bajo tierra. Adicionalmente las ventajas ambientales y para el mejoramiento de la calidad del aire son múltiples. Actualmente se están realizando pruebas de tecnologías alternativas y combustibles con bajos contenidos de azufre para ser utilizados en el futuro en los autobuses del corredor.

Ante las enormes inversiones que el Gobierno de la Ciudad ha hecho para la construcción de infraestructura vial que privilegia el uso del automóvil, como el segundo piso y los distribuidores viales, el Metrobús es sin duda una iniciativa atinada que responde a la urgencia de desarrollar el transporte público en una ciudad en la que no podemos continuar con la creciente tendencia en el uso del vehículo particular.

Sin embargo, el proyecto hasta el momento tiene tres insuficiencias importantes que requieren solventarse para tener éxito: inversión suficiente, recuperación del espacio público y participación ciudadana.

En materia de inversión, se asignaron 250 millones de pesos al proyecto, cuando la recomendación es de 30 millones por kilómetro, lo que nos habla de un requerimiento mínimo de 600 milllones de pesos para el corredor. En comparación, solamente el segundo piso nos ha costado 2500 millones de pesos. Evidentemente el Gobierno del Distrito Federal cuenta con un presupuesto de inversión castigado; sin embargo, en todas las ciudades donde se han construido sistemas como el Metrobús, los gobiernos federales han aportado entre el 50 y el 60% del presupuesto. Resulta lamentable que en el caso mexicano las diferencias políticas entre nuestros gobernantes impidan su coordinación y no busquen el apoyo a proyectos que benefician a millones de ciudadanos.
Respecto a la recuperación del espacio público, es indispensable que el proyecto no solamente sea considerado como una nueva opción de transporte, sino que incorpore en su concepción el rescate del espacio público y una nueva visión de la movilidad urbana en la ciudad. El ejemplo bogotano es claro: el Transmilenio no solamente es un nuevo sistema de transporte, sino que constituyó el replanteamiento del desarrollo urbano de la ciudad, al rescatar las áreas comunes, ofrecer a los usuarios amplias banquetas con mobiliario urbano de alta calidad, construir ciclovías confinadas que le permiten a un número creciente de gente desplazarse en bicicleta a las estaciones de una manera segura y con la posibilidad de dejarlas ahí mismo o montarlas al camión. Además, fue el eje para que los ciudadanos recobraran su ciudad, salieran a sus calles y gracias a esta concepción integral lograron reducir los índices de delincuencia, disminuyeron la contaminación atmosférica y le otorgaron a los habitantes elementos de identidad que transformaron su convivencia. La recuperación del espacio público y el desarrollo de ciclovías integrados al sistema de corredores es estratégico, y desafortunadamente es lo primero que se sacrifica cuando el presupuesto es escaso.

Finalmente, el proyecto ha sido anunciado en los medios de comunicación, pero no se ha ni consultado ni informado a los habitantes y comerciantes de la zona sobre su construcción, ni se ha convocado a organizaciones civiles para coordinar esfuerzos de difusión. A pesar de ser un buen proyecto, cuando los gobiernos no comunican adecuadamente a los ciudadanos los planes que llevarán a cabo, generalmente lo que ocasionan es una oposición desinformada, escepticismo y rechazo. Es muy importante que el Metrobús no perjudique la operación de los comercios y restaurantes que se encuentran en Insurgentes, por lo que es preciso que el gobierno local además de prever los flujos peatonales y vehiculares que se generan por estos servicios también consulte, informe y tome en cuenta la opinión de este sector de la población. El Metrobús no debe representar un problema, sino una oportunidad, una ventaja para los vecinos.

Son muchos los factores que incidirán en la implementación adecuada del Metrobús. Es muy importante que todas las autoridades y sectores de la sociedad contribuyan en el éxito del proyecto. Si fracasa el corredor de Insurgentes habremos cancelado la posibilidad de desarrollar un sistema de corredores, y con ello, una de las únicas alternativas de transporte sustentable para la ciudad.