La principal importancia ecológica del “Bosque de Tlalpan”, a pesar de ser un área relativamente pequeña (253 hectáreas), es que es la segunda área boscosa urbana que contiene una muestra original del ecosistema del Pedregal de San Ángel, la cual es única en el mundo y sus especies se han desarrollado sobre el sustrato basáltico producto de la actividad volcánica, mediante “adaptaciones” a las condiciones fisiográficas y edafológicas, así como a las condiciones extremas de humedad y sequedad del ambiente.
Los dos tipos de comunidades naturales principales de este tipo de vegetación en el “Bosque de Tlalpan” son: el matorral xerófito y el bosque de encino, presentan a su vez, una variedad de hábitats ocupados por una rica y variada fauna, cuya composición tan solo en número de especies de aves y mamíferos, corresponde al 10% del total de especies de fauna registrada para el país.
La participación activa de la sociedad tlalpense que durante años ha trabajado para cuidar, conservar y difundir la importancia del bosque, ha logrado que se otorgara la categoría de Zona Ecológica y Cultural al Bosque de Tlalpan; la publicación del Programa de Manejo y ahora la instalación del Consejo Asesor, el cual será vital para mejorar las condiciones del área y buscar el cumplimiento de los objetivos de conservación y protección ecológica que mandatan el decreto y el programa de manejo.
Este Consejo Asesor, conformado en su mayoría por representantes de la sociedad, tendrá como principal función:
Fungir como un órgano colegiado y representativo de los sectores institucional, académico y social para apoyar a la Dirección del Área Natural Protegida en la planeación, evaluación, control y toma de decisiones para cumplir con lo estipulado en el Programa de Manejo.
Instaurar un espacio plural para la participación coordinada del gobierno y la sociedad, en torno a la protección y conservación ecológicas como elementos fundamentales del bienestar y la calidad de vida de la población aledaña al Bosque y de la Ciudad de México.
Lo anterior significa que con la instalación del Consejo Asesor se abren las puertas para la planificación a corto, mediano y largo plazo, de las actividades y los proyectos del Bosque de Tlalpan, con lo que se asegura su conservación bajo un esquema de participación social.