Recuperación oceánica sostenible ante el covid-19

OPINIÓN

Una recuperación sostenible y equitativa es crítica. | Martha Delgado Peralta, Andrew Rhodes Espinoza y Norma Patricia Arce Peña*

La pandemia por el covid-19 ha impactado de forma negativa a la economía mundial y a la biodiversidad. Existe un vínculo importante entre los sectores económicos oceánicos y terrestres ya que al afectar uno, existen repercusiones
económicas y sociales en el otro. Los efectos de la pandemia sobre la economía oceánica han sido devastadores. Hasta la fecha poco se ha hablado sobre los planes de recuperación post covid-19 para la economía oceánica a pesar del gran impacto que la pandemia ha tenido en el turismo, la pesca, la acuacultura, las industrias y en los trabajadores de transporte marítimo. En las pesquerías, la pandemia ha afectado la seguridad alimentaria y el acceso a alimentos saludables, la demanda de alimentos provenientes del mar ha caído y las medidas de cuarentena han afectado la seguridad alimentaria y los medios de vida de los pescadores a pequeña escala. Por ejemplo, el descenso del turismo ha ocasionado una pérdida de alrededor de $7.4 miles de millones de dólares en el PIB de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

Un nuevo reporte de investigación elaborado por el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible, “Una recuperación azul, sostenible y equitativa ante la crisis por covid-19”, realizó una investigación sobre las brechas existentes entre los impactos económicos, sociales y ambientales emergentes de la pandemia por el covid-19 en la economía oceánica y las respuestas de diversos actores. En el reporte se identifican cinco oportunidades de estímulos económicos, que estarían disponibles inmediatamente para la inversión y podrían contribuir directamente al bienestar y resiliencia de las comunidades, impulsando la construcción de una economía oceánica sostenible justa y equitativa, enfocada a no dejar a nadie atrás. Estas son: (1) la inversión en la restauración de ecosistemas marinos y costeros; (2) inversiones en el alcantarillado e infraestructura de aguas residuales para las comunidades costeras; (3) la inversión en maricultura sostenible, lidereada principalmente por las comunidades locales; (4) incentivos para cero emisiones del transporte marítimo, y (5) incentivos para catalizar la energía oceánica renovable.

La aplicación de inversiones en estos sectores podría traer beneficios importantes para las comunidades y regiones del país más afectadas, al mismo tiempo que podría proveer de otros beneficios sociales y ambientales significativos. Podría, por ejemplo, contribuir a la creación de empleos al corto plazo, así como ofrecer oportunidades para el crecimiento económico a largo plazo. Existe una gran oportunidad para una mejor reconstrucción, asegurando que la economía oceánica se construya de manera más resiliente, sostenible y equitativa, pieza clave para la prosperidad y el bienestar del país. Una recuperación sostenible y equitativa es crítica, no solamente para aquellos que viven o trabajan cerca de las costas, si no para el bienestar y la resiliencia de las sociedades y la economía de toda la población.

*Martha Delgado Peralta, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Secretaría de Relaciones Exteriores.

*Andrew Rhodes Espinoza, Coordinador de Instrumentación de Acuerdos y Recomendaciones del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible, adscrito a SRE.

*Norma Patricia Arce Peña, Coordinadora de Océanos, WRI México

  1. Northrop, E., et al. 2020. ‘‘A Sustainable and Equitable Blue Recovery to the COVID-19 Crisis.’’ Report. Washington, DC: World Resources Institute. Disponible en http://www.oceanpanel.org/ bluerecovery