Por Martha Delgado
Desde hace 15 años, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 17 de mayo como el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, en conmemoración del 17 de mayo de 1990, día en que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad del catálogo internacional de enfermedades mentales.
Desde entonces, las naciones del mundo hacen un llamado a los líderes políticos, activistas, medios de comunicación y a la población en general para concientizar a la sociedad sobre la violencia y la discriminación que sufren las personas LGBTTTI.
En al menos 72 países existen leyes punitivas y se siguen penalizando los comportamientos, las identidades y las expresiones de género de las personas LGBTTTI, agudizando los casos de discriminación, la exclusión, la desigualdad y la violación a los derechos humanos de este grupo vulnerable.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación por orientación Sexual e Identidad de Género (ENDOSIG), realizada por Conapred e Inegi, el 52% de las personas encuestadas (de un universo de 10,000 mexicanos) mencionó que las condiciones de apoyo a personas LGBTTTI son poco frecuentes.
El 53% mencionó que ha sido víctima de expresiones de odio, agresiones físicas y acoso. Mientras que el 60% de los encuestados se sintió discriminado por al menos un motivo a lo largo del último año. Finalmente, la encuesta también arrojó que 9 de cada 10 personas prefieren ocultar su orientación sexual o identidad de género por miedo a ser discriminadas.
Históricamente, las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales han sido discriminadas por su orientación sexual, identidad, expresión de género y diversidad corporal.
Actualmente siguen siendo sujetos de discriminación violencia y persecución, violando sus derechos humanos protegidos por instrumentos internacionales, entre ellos los Principios de Yogakarta, los cuales buscan orientar la interpretación y aplicación de las normas del derecho internacional de los derechos humanos, buscando la protección de la comunidad LGBTTTI.
Con esto en mente, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores buscamos una sociedad incluyente, con equidad de género, sin discriminación. Nos sumamos a la conmemoración como aliados en la lucha por los derechos de las personas LGBTTTI. Al mismo tiempo en un país tan desigual debemos definir qué aspectos de nuestra identidad refuerzan nuestro sentido de comunidad, y debemos también asegurarnos que los compromisos internacionales, de los que México es parte, se apliquen a través de derechos y políticas que garanticen un piso más parejo para todas y todos.
En la Secretaría de Relaciones Exteriores refrendamos el compromiso de este gobierno a que nadie sea perseguido ni discriminado por sus preferencias sexuales, raza, credo, origen étnico o género; y velar por una sociedad más abierta e igualitaria.
Es por lo que el día de ayer, el secretario Marcelo Ebrard instruyó a los consulados de México en el exterior a reformar criterios particulares que han persistido en la Guía Consular y han favorecido la discriminación a personas LGBTTTI. Lo anterior, debido a que el Código Civil Federal de manera textual define el matrimonio entre un hombre y una mujer, cuando hoy en día, éste puede ser entre cualquier persona, sea cual sea su preferencia sexual. El matrimonio es un derecho y en una democracia como la nuestra, la preferencia sexual, que forma parte del ámbito privado, no debe ser un factor de cancelación de derechos humanos de todas las personas.
Esto es un paso más a favor de cumplir con los tratados internacionales y mejorar como sociedad, hacia una más progresista.
Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE