Por: Martha Delgado Y Ulises Canchola Gutiérrez
Artículo publicado en El Economista el 26 de mayo
México anunció su incorporación a la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por su sigla en inglés), este mes de mayo. Esta adhesión se enmarca en una estrategia de política exterior diseñada para hacer frente a la pandemia de Covid-19, en marcada en el multilateralismo y la cooperación internacional. La Cancillería ha promovido exitosamente iniciativas multilaterales como la resolución adoptada en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En ese marco, México encuentra en la CEPI un mecanismo idóneo para la consecución, concreta y en la práctica, de sus objetivos.
Al decidir sumar esfuerzos con los diversos actores que integran la Coalición, México protege a su población al apoyar el acceso equitativo y justo a la vacuna contra el Covid-19. La CEPI fue establecida en 2017 y desarrolla vacunas contra 6 de los 9 virus considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con potencial pandémico. Actualmente, sus esfuerzos se han centrado en desarrollar la vacuna para el Covid-19 con una velocidad sin precedente. De manera complementaria al trabajo de la OMS, en la CEPI se gesta una perspectiva amplia y articulada sobre los avances globales en el desarrollo de la vacuna. Esto se debe, en gran medida, a la naturaleza múltiple de su membresía (gobiernos, organismos internacionales, fundaciones y sector privado), así como a las redes de cooperación establecidas desde su creación.
En el marco de la pandemia, los espacios multilaterales como la CEPI son centrales para discutir y coordinar los pasos a seguir. Tanto la producción en masa como la distribución global de la vacuna requerirán de una concertación internacional de acciones y aportaciones nunca vistas.
México, actualmente, es el único país latinoamericano en la Coalición. Desde esta importante calidad, y como lo ha anunciado el Canciller Marcelo Ebrard, nuestro país convocará a los países y espacios científicos de nuestra región a formar parte de la CEPI.
La adhesión a la CEPI conlleva la gestión de una relación internacional con carácter técnico y político. Para ello, México ha establecido dos grupos de trabajo coordinados por la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos. El primero, de carácter técnico-científico, que lidera la Dra. Esther Orozco, tiene a su cargo el mapeo de las iniciativas nacionales que deben ser vinculadas a la experiencia internacional para el desarrollo de la vacuna. A su vez, identificará centros o institutos susceptibles de colaborar en las tareas de CEPI, ya sea como receptoras de inversión para investigación y desarrollo, o como oferentes de capacidades para asistir a la respuesta ante la demanda global que se generará por obtener acceso a vacunas, y ayudará a identificar a expertos que puedan idear regulaciones que faciliten la producción, distribución y venta de la vacuna. El segundo grupo estará coordinado por, quien cosuscribe este texto, Ulises Canchola Embajador de México ante Noruega. La participación de México en la CEPI, además, reportará importantes beneficios para el sector científico de nuestro país. como la vinculación de investigadores, técnicos e infraestructura mexicana con una red global que fomenta la innovación tecnológica nacional en el sector salud y su comercialización.
La política exterior mexicana tiene una visión clara sobre el mundo que aspiramos encontrar cuando pase esta crisis. La prosperidad alcanzada gracias al mutuo entendimiento entre las naciones debe preservarse a través de ese mismo diálogo multilateral bajo principios de inclusión y respeto irrestricto por la dignidad humana. Unidos encontraremos la vacuna, pero más importante aún, sólo juntos podremos construir el antídoto a los falsos dilemas que amenazan a nuestras sociedades.
*Martha Delgado es Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE y Ulises Canchola Gutiérrez Embajador de México en Noruega.