Hoy, alrededor de 80% de la población de nuestra región vive en ciudades, y se espera que alcance el 90% para el año 2050. | Martha Delgado
La semana pasada tuve la oportunidad de participar en el “Foro Urbano Zapopan 2021: El futuro de las ciudades en América Latina y el Caribe”, organizado por la Universidad de Guadalajara, con la colaboración del Centro Urbano. El objetivo del evento fue generar un espacio para discutir las políticas públicas necesarias que ayuden a la implementación de la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como la Nueva Agenda Urbana en América Latina. Al respecto, comparto las siguientes reflexiones.
Los retos que enfrentamos en México y Latinoamérica por la falta de políticas públicas a favor de la planeación sostenible, al igual que la desigualdad en acceso básico a servicios, nos exige replantear de forma urgente la política urbana. Hoy, alrededor de 80% de la población de nuestra región vive en ciudades, y se espera que alcance el 90% para el año 2050. Es imperativo concentrar nuestros esfuerzos en construir espacios menos desiguales y fomentar equilibrios sociales, que a su vez, tengan un impacto en el bienestar de las personas.
Otro elemento a considerar es la concentración económica de las megaciudades en la región. Se calcula que dos tercios del Producto Interno Bruto regional tiene su origen en zonas urbanas. Para 2025, el 65% del crecimiento de la región provendrá de 198 grandes ciudades. Esto, además de los retos, implica oportunidades, ligadas al compromiso que tenemos en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Tenemos que dejar de ver los retos sólo como problemas, sino como espacios de transformación.
En este sentido, no debemos de olvidar el elemento social del desarrollo urbano. El número 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se enfoca a los asentamientos urbanos, y plantea 10 metas que buscan asegurar el acceso a vivienda y servicios básicos adecuados. Se enfoca también en la capacidad de generar asentamientos planificados y la gestión participativa, integrada y sostenible.
México, alineado a esta visión y desde la Presidencia de la Primera Asamblea de ONU-Hábitat para el período 2019-2023, ha promovido la vinculación de las ciudades latinoamericanas con ONU-Hábitat para la implementación del Plan Estratégico 2020-2023 del organismo, mismo que atiende las principales preocupaciones de las áreas urbanas de la región, como embates climáticos y el aumento de violencia.
Estoy convencida de que una de las formas más relevantes de interactuar con el mundo es convirtiéndonos en actores relevantes de este tipo de iniciativas que impulsen transformaciones positivas en nuestros entornos.
América Latina es de las regiones que más ha avanzado en la implementación de la Nueva Agenda Urbana. Ejemplo de ello, es el Plan de Acción Regional 2016-2036, el cual promueve la adopción de políticas urbanas sostenibles y el reconocimiento de la ciudad como un bien publico que garantice los derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales de todas y todos.
Desde la Cancillería trabajamos en colaboración con múltiples organizaciones para resolver los problemas más apremiantes de nuestro país y de la región. Sin embargo, los retos actuales requieren aterrizar soluciones internacionales a problemas locales, para los que necesitaremos la voluntad y participación articulada, de todos los actores de la sociedad.