Alberto Cortez fue conocido por muchos como “El gran cantautor de las cosas simples”. Algunas de sus obras más conocidas son: En un rincón del alma, Cuando un amigo se va, Callejero, Mi árbol y yo, A partir de mañana, Manolo, Te llegará una rosa, Castillos en el aire, El abuelo. Muchas de sus canciones se basan en hechos y personajes reales (como Callejero, dedicada a un perro callejero que lo acompañó en Madrid) o simplemente en sentimientos y adversidades a lo largo de su vida.
Fue gran amigo del cantautor Facundo Cabral, con quien se presentaba en ciertas ocasiones cantando obras como No soy de aquí ni soy de allá y Cuando un amigo se va. En sus conciertos trataban de entrelazar un poco de humor al show. Con veinte años se fue en barco a Génova, y de allí en tren a Amberes, donde grabó su primer disco.