La Fórmula E reúne tres elementos de nuestra política exterior: transición hacia la electromovilidad, política exterior feminista y la promoción de México.
La Fórmula E reúne tres elementos de nuestra política exterior: transición hacia la electromovilidad, política exterior feminista y la promoción de México.
El fin de semana pasado se realizó la séptima edición de la Fórmula E en México; esta categoría de competición de automóviles eléctricos -organizada por la Federación Internacional del Automóvil- tiene como objetivo construir un laboratorio en el que se investigue y desarrolle tecnología para este tipo de vehículos, además de promoverlos en el mundo. Actualmente, este circuito es uno de los de mayor potencial en la industria automotriz, en gran medida por los avances tecnológicos que se han alcanzado en este tipo de coches.
Tal vez se preguntarán por qué una funcionaria de la Cancillería decide escribir acerca de automovilismo. Y es que aunque no lo parezca, el citado evento reúne tres elementos fundamentales de nuestra política exterior: la transición hacia la electromovilidad, la política exterior feminista y la promoción de México en el mundo. Me permito hacer las siguientes reflexiones.
El mundo está en medio de una de las transiciones más silenciosas y a la vez significativas de las últimas décadas: estamos dejando de usar combustible en los automóviles para utilizar electricidad. Esto no sucederá de la noche a la mañana, debemos aclarar. Pero su relevancia no es menor ya que hablamos de una industria que representa el 3% del PIB y el 18% de la producción manufacturera. En este sentido, eventos como la Fórmula E no solo representa un espacio de divertimento; se convierte en un mensaje muy claro para la sociedad: la transición a la electromovilidad, va.
Este proceso requiere de una organización minuciosa. Por ese motivo, la Cancillería conformó un Grupo de Trabajo de Electrificación, en conjunto con la Alianza de la Universidad de California (Alianza Mx), con la participación del gobierno, la industria y la academia.
Desde este espacio se coordinará una transición en temas de innovación, capital humano, desarrollo de proveedores, infraestructura y estructuras de gobernanza.
En segundo lugar, la Fórmula E, a través de la iniciativa Girls on Track se ha comprometido a empoderar a niñas y jóvenes a promover la igualdad de género de una manera innovadora, atractiva y positiva, e involucrarlas en el automovilismo. Para la cancillería este es un tema central en la actual administración.
En enero de 2020 el Canciller Marcelo Ebrard anunció la adopción de una Política Exterior Feminista por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, una ambiciosa política multilateral para promover la igualdad e género y la no discriminación.
La Política Exterior Feminista de México está fundada en un conjunto de principios que buscan, desde la política exterior, impulsar las acciones gubernamentales para reducir y eliminar las diferencias estructurales, brechas y desigualdades de género, con el fin de construir una sociedad más justa y próspera.
Por último, eventos como la fecha de la Fórmula E en México, constituyen parte del capital cultural y de entretenimiento que hacen de México un país de gran atractivo turístico. Desde la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, y en particular a través de la Dirección de Impulso Económico Global, tenemos la encomienda de promocionar a México en el mundo, y el turismo, es una de nuestras grandes herramientas. Durante los últimos meses hemos corroborado el gran atractivo que representa nuestro país en el mundo, por nuestra historia, cultura, arte y riquezas naturales.
Hoy, me declaro fan de la Fórmula E, por sus principios y lo que representará como detonante de cambios fundamentales para nuestra sociedad. Este evento es una clara prueba de que la diversión no tiene que estar alejada de las grandes causas y que siempre puede dar un aporte valioso a la sociedad.