Martha Delgado y Eduardo Jaramillo
Cuando pensamos en terrorismo nos llegan a la mente imágenes de los terribles ataques cometidos en diversas partes lejanas del mundo, pero casi nunca pensamos que este tipo de acciones tienen un impacto para México y su población. Si bien es importante tomar en cuenta que las ideologías radicales asociadas a organizaciones como el Estado Islámico o Al-Qaeda no representan una amenaza inminente para nuestro país el extremismo violento se puede manifestar de diversas formas. De acuerdo con datos del National Consortium for the Study of Terrorism and Responses to Terrorism en 2018 se registraron en el mundo más de 9,600 ataques terroristas, que causaron la muerte de 22,980 personas y dejaron 15,690 heridos.
Pero estos datos tienen que verse como algo más que números. Los lamentables ataques perpetrados por individuos que se identifican con ideologías racistas demostraron los efectos devastadores que puede tener un solo individuo radicalizado por una ideología extremista violenta con acceso a armas de alto poder. Los ataques perpetrados por individuos que se identifican con ideologías racistas en Christchurch, Nueva Zelandia, o El Paso, Texas, son claros ejemplos del proceso de radicalización ideológica, que si bien describen nítidamente una triste realidad de descomposición social, son también indicadores que nos pueden ayudar a la solución de raíz del problema. Es por ello que la prevención de los procesos de radicalización, la atención frente a los discursos de odio y el contrarrestar el extremismo violento deben ser parte central de cualquier política efectiva e integral de combate al terrorismo.
La comunidad internacional ha dedicado esfuerzos a contrarrestar estos fenómenos. Diversas resoluciones del Consejo de Seguridad y la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo han establecido un marco de acción para hacerles frente.
Este 21 de agosto, la ONU conmemora el “Día Internacional de Recuerdo y Tributo a las Víctimas del Terrorismo”, que fue establecido por la Asamblea General de la ONU con objeto de homenajear a las personas que han sido víctimas o han perdido a seres queridos a causa de estos injustificables ataques. México se une a la conmemoración del Día Internacional de Recuerdo y Tributo a las Víctimas del Terrorismo para reiterar nuestro compromiso con los enfoques que de manera consistente con el derecho internacional y de los derechos humanos permitan prevenir y combatir el extremismo que puede conducir al terrorismo.
En el ámbito multilateral este compromiso se ha traducido en acciones concretas en la ONU, la UNESCO y la OEA. En nuestro hemisferio iniciamos una serie de actividades con el Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) que nos han permitido sumar a otros Estados de la OEA con especialistas y mecanismos internacionales en una reflexión común con objeto de entender mejor la evolución de la amenaza del extremismo violento, el supremacismo blanco y el discurso de odio e intercambiar buenas prácticas para su prevención y combate.
México tiene un compromiso para seguir impulsando de manera decidida en todos los foros multilaterales para prevenir y erradicar el extremismo y así alcanzar un mundo más seguro para todas las personas, sin distingo de orígenes, creencias o estilos de vida.
Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, y Eduardo Jaramillo, director general para las Naciones Unidas de la SRE