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Trabajo legislativo / Intervenciones en comparecencias Segundo periodo ordinario de sesiones. Segundo año de ejercicio Posicionamiento de la Dip. Martha Delgado durante la comparecencia de la Contralora del Gobierno del Distrito Federal Contralora Bertha Luján Uranga, sea usted bienvenida a este Recinto Legislativo. Compañeras diputadas y diputados; distinguidos invitados que nos acompañan: La sociedad cada vez más exige gobiernos transparentes en todas sus acciones, pero principalmente transparencia en lo que se refiere al manejo de los recursos públicos que todos aportamos. Del acceso que se tenga a esta información sobre el uso de los recursos públicos depende en gran medida la credibilidad y la legitimidad de los gobiernos. No es casual que en los últimos años las prácticas de acceso a la información se hayan fortalecido en todo el mundo y que hoy sea innegable el derecho que los ciudadanos tenemos para solicitarle rendición de cuentas a todos aquellos quienes detengan un cargo público. Construir gobiernos que sean más transparentes, más participativos, más responsables solamente es posible si todos asumimos el compromiso de combatir la corrupción en todos sus niveles y asumimos también las consecuencias de lo que implica este combate a la corrupción ya sean de índole político o de índole económico e incluso en el riego de la imagen pública. Señora Contralor Bertha Luján: Ha pasado un año ya desde que la sociedad mexicana fue testigo de actos de corrupción que afectaron profundamente la credibilidad de los políticos y de los funcionarios públicos; actos que pasaron el señalamiento de una sola persona o de una sola fuerza política. Esos actos de corrupción al haber sido difundidos ampliamente en los medios de comunicación, nos lanzaron a los ciudadanos nuevas señales de alerta, como un balde de agua fría nos evidenciaron que hemos logrado todavía pocos avances en el combate a la corrupción. Todavía no hemos sido capaces de anticiparnos a la comisión de estos delitos para poderlos prevenir y para que los partidos y sus militantes conozcan y asuman firmemente las consecuencias a las que deben atenerse en caso de violentar las disposiciones y la ley. Si bien en su informe nos detalla las sanciones a que se hicieron acreedoras las personas involucradas en los llamados videoescándalos y las acciones que se tomaron a partir de estos acontecimientos, a la sociedad no deja de preocuparle este asunto, no considera en todos sus órdenes la veracidad de esta información, siguen desconfiando y los mensajes enviados no han sido suficientes queriendo esperar todavía respuestas más convincentes respecto de este caso en el Distrito Federal. Lamentablemente muchos sectores todavía de la sociedad creen que la justicia todavía se quedó por debajo de las expectativas de los ciudadanos. Contralora Bertha Luján: No debemos olvidar que esos actos de corrupción se cometieron por una política que tenemos en México todavía monetarizada, una política mercantilizada, que requiere cantidades millonarias de dineros públicos y privados para acceder al poder, por lo que este mercado cotizado no puede abstraerse tan fácilmente de la corrupción. El
Senado de la República en lugar de estar pensando en qué
facultades nos conculca la Asamblea Legislativa del Distrito Federal,
debería abocarse a probar la ley para regular los medios de
comunicación y las campañas de los partidos políticos
en los medios de comunicación. Este es un asunto que tienen
como una prioridad en su agenda y que no han podido desarrollar por
las presiones enormes que se tienen de acotar estos espacios a los
partidos políticos por parte de los medios de comunicación. Estamos a punto de entrar a un año electoral y ante ello se hace necesario, indispensable estar alertas e instrumentar mecanismos de extrema vigilancia en el manejo de los recursos públicos y de la función pública. Para ello contamos con una herramienta que ha sido menospreciada por varias esferas del gobierno, como es el acceso a la información, que representa un instrumento que es democrático para todos los ciudadanos. No debemos olvidar que las restricciones que se imponen a la información, que por ley es pública y nos pertenece a todos los ciudadanos, merman también la transparencia del gobierno, pero sobre todo representan retrocesos en la vigilancia ciudadana contra la corrupción gubernamental. El acceso a la información pública es el prerrequisitio de la participación ciudadana. Si no tenemos información, no podemos participar como ciudadanos; si no podemos participar como ciudadanos, no podemos aspirar a la justicia en la sociedad. Contralora: La rendición de cuentas no sólo es un asunto de la autoridad frente a los particulares, la autoridad debe contar con mecanismos que aseguren el flujo de información entre las distintas instancias de gobierno, entre las distintas esferas del poder y el ejemplo más claro es la fiscalización que realiza el Poder Legislativo del Poder Ejecutivo en un esquema de pesos y contrapesos. Aquí la cuestión de fondo es que el Legislativo no puede fiscalizar correctamente al Poder Ejecutivo si no tiene pleno acceso a la información pública o si este acceso es restringido o es incompleto y por ello es que el acceso a la información puede ser un elemento indispensable para fortalecer este sistema de pesos y contrapesos aún entre los poderes en nuestra ciudad. Un gobierno será autoritario mientras mantenga espacios de opacidad en su actuación o cuente con la posibilidad y la libertad de tomar decisiones o de llevar a cabo actos de los que no se siente en ningún deber de informar a los ciudadanos, y por el contrario, un gobierno obligado a rendir cuentas a la opinión pública que muestra sus acciones, que las explique, que las someta a la sanción de los ciudadanos, siempre será un gobierno democrático, siempre será un gobierno dispuesto a dejar atrás aquellas prácticas que nos han cansado a los ciudadanos, a prácticas autoritarias. Como ciudadanos queremos la rendición de cuentas y queremos que ésta y la transparencia sean el sostén de la credibilidad de los gobiernos, un arma para poder erradicar de tajo la corrupción y por ello la exigencia de los ciudadanos de participar como contralores en todos los órganos de definición de licitaciones y contratos. Yo creo que esta es una de las áreas más valiosas que tiene la Contraloría en nuestra ciudad. Institucionalizar esta figura de los contralores ciudadanos a través de la Ley de Participación representa la posibilidad de poder formar un programa de formación de estos ciudadanos en torno a la forma en que operan, la forma en que actúan los órganos de gobierno, representa un mecanismo que abre a las instituciones públicas a la vigilancia, a la observancia, al control público; representa la apertura de espacios de involucramiento de los ciudadanos también como tomadores de decisiones en algunos aspectos. No necesariamente este involucramiento parte de una representación territorial, por eso es un mecanismo muy valioso; no necesariamente los ciudadanos se organizan de manera territorial. Aquí temáticamente los ciudadanos pueden incorporar también en el futuro sus inquietudes, pueden participar vigilando licitaciones y actuaciones en materias, en sectores de la política pública que les interesa; cómo funcionan los derechos humanos, las cuestiones ambientales, las políticas de salud, de desarrollo social. Este involucramiento de los contralores no se da a partir de su activismo territorial, se da a partir de su condición ciudadana, de su preocupación por un gobierno eficiente y transparente. Es por ello que la habilitación de la red de contraloría ciudadana está pensada para favorecer la participación de los ciudadanos comunes, rompe con la tendencia a partidizar los espacios ciudadanos y hacer una farsa de la participación ciudadana cuando impera el interés territorial de los partidos por ocupar todas y una cada de las esferas de incidencia que pueden afectar al poder público. Por ello el mecanismo de controlares ciudadanos es un mecanismo que debe fortalecerse, debe recuperarse, permear en la legislación no sólo de participación ciudadana, sino en la legislación de transparencia, de auditoría y de contraloría en el Distrito Federal y esa es una tarea de esta Asamblea Legislativa. Hoy que estamos en la víspera de reformar la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública aquí, considerando las múltiples propuestas para ciudadanizar su Consejo de Acceso a la Información, tendríamos que pensar que la ciudadanización de estos órganos de este Consejo de Acceso a la Información no significa buscar ciudadanos neutrales de todo, apolíticos, ajenos a ideología y a militancias; significa lo que ha hecho esta experiencia de los contralores ciudadanos, buscar ciudadanos probos, ciudadanos comprometidos, ciudadanos honestos, independientes en el ejercicio de su responsabilidad que respondan no al interés de quien los puso, sino al interés que les fue adjudicado que es el interés del vigilante ciudadano. Queremos pues que se abran estos espacios, espacios que sirvan para tender los puentes entre los partidos políticos y la sociedad que están cada vez más separados y cuyo abismo es indispensable traspasar con puentes que son muy interesantes si podemos analizar estas experiencias de contralorías ciudadanas y nuevos mecanismos de participación ciudadana genuina que no tiendan a partidizarse. Queremos que no se sigan separando estos espacios entre nosotros los ciudadanos y los partidos y ser testigos, ser partícipes de las decisiones de nuestros gobiernos. Contralora, para terminar le quiero decir que un gobierno transparente siempre será un mejor gobierno y el acceso a la información pública nos va a permitir siempre en todo momento abatir la corrupción y nos obliga a todos a la rendición de cuentas. En esta tarea los ciudadanos son indispensables. Felicito públicamente la tarea de los Contralores Ciudadanos, el enorme beneficio que están haciendo a la Ciudad y también a nuestras instituciones. Muchas gracias. |
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