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Comisión Especial para la Gestión Integral del Agua / Estudios “Calidad del Agua en la Ciudad de México”, Ensayo Temático Diputada
Martha Teresa Delgado Peralta Raúl
Pérez Amezcua INTRODUCCIÓN La salud humana depende en gran medida de la calidad del agua que se consume. La presencia de ciertos elementos y compuestos químicos en el agua pueden generar una amplia gama de enfermedades que pueden ir desde infecciones intestinales, hasta la muerte, pasando por mutaciones genéticas o somáticas y enfermedades crónico degenerativas. De acuerdo con el marco geológico de la República Mexicana, existen rocas de diversos tipos las que, en consecuencia, le confieren calidades diferentes a las aguas que por ellas circulan. Por ejemplo, las rocas ígneas del tipo ácido, como las que forman la Sierra Madre Occidental , adicionan elementos tales como el radio (226Ra) en diferentes concentraciones y, en el contexto general algunos elementos químicos (hierro, manganeso, fluor, arsénico, entre otros) que ingresan en los sistemas de abasto de agua potable, se ha detectado que su presencia va en aumento con el tiempo. Por lo tanto, es evidente que la denominada agua dulce, no se apega en forma generalizada a una calidad universal en lo que se refiere a los elementos y compuestos químicos disueltos en ella, a sus características físicas, organolépticas o radiactivas. Tan basta puede ser ésta gama de calidades que, a nivel internacional, se han establecido criterios homólogos para certificar la calidad del agua destinada a consumo humano y, de ésta manera, asegurar la salud de la población. AGUA SUPERFICIAL México es uno de los países que más presión ha ejercido sobre sus fuentes superficiales de agua, lo que ha provocado que su calidad, en mas del 80% del territorio, sea del orden de media a baja, según el índice de calidad del agua (ICA) proporcionado por la Comisión Nacional del Agua. Este deterioro en la calidad del agua superficial obedece a dos vectores principales:
La misma ley en comento, incluye en la Tabla de Lineamientos de Calidad del Agua (Art. 224) 29 parámetros inorgánicos y 84 orgánicos que se presentan comúnmente en las descargas de aguas residuales. Aún más, existe la controversia sobre el beneficio-impacto de los tratamientos biológicos: en pro la eliminación de coniformes en las aguas tratadas; en contra, la adición de nutrientes a los cuerpos receptores y su consecuente eutrofización. Por lo anterior expuesto, no es de extrañar que, de las 37 Regiones Hidrológicas (macrocuencas) en las que se divide el país, 20 están catalogadas como de “Atención Prioritaria” (FIG. 1). Es en una de éstas Regiones (Pánuco) donde se encuentra asentado el Distrito Federal y, es en la Región Balsas donde se localizan las fuentes que forman parte del principal abasto de agua superficial que llega a la Ciudad de México: el Sistema Cutzamala.
Éste sistema extrae 19 m3/s de diferentes afluentes ubicados en los estados de Michoacán y México, conducidos posteriormente a la planta potabilizadora “Los Berros” para su tratamiento y su distribución final; del flujo total se le proporciona al Distrito Federal un caudal promedio de 8 m3/s (42%) El tren de tratamiento al que se somete el agua es por demás sencillo, y se realiza en cuatro pasos: 1) floculación, efectuada por la adición de sulfato de aluminio y potasio (alumbre); 2) clarificación, se logra al dejar sedimentar los flóculos obtenidos; 3) filtración en lecho de arena y 4) cloración. De acuerdo a la NOM-127-SSA1-1994 , el agua destinada a consumo humano debe de ser “…agua que no contiene contaminantes objetables, ya sean químicos o agentes infecciosos y que no causa efectos nocivos para la salud” (Definiciones, punto 3.3), el hecho es que en la planta “Los Berros” se ha observado la presencia de sustancias activas al azul de metileno, las cuales, según la normatividad nacional, solo pueden ser removidas por el método de adsorción en carbón activado, infraestructura inexistente en la potabilizadora “Los Berros”. Cabe señalar que, al estar presente ésta anomalía (aún en el caso de ser contaminación ocasional), el agua obtenida en la planta “Los Berros” no entra en el esquema de agua para consumo humano al existir el peligro potencial y no contar con la infraestructura adecuada para la eliminación de estas sustancias.
Entre los aspectos toxicológicos de la calidad del agua, uno que merece especial atención debido a que no a sido valorado suficientemente, a pesar de sus efectos sobre la salud de los individuos expuestos y en la de sus descendientes, es aquel que se refiere a la presencia de compuestos o elementos genotóxicos. En éste ensayo se presenta, tan solo, un panorama general entre dos elementos presentes en la potabilización del agua y su vinculación con enfermedades crónico degenerativas:
Es a principios de la década de 1940 que se inician una serie de estudios geotécnicos y de carácter geohidrológico, no para entender la principal fuente de abastecimiento, sino, principalmente, para tratar de explicar el hundimiento del suelo registrado en algunas zonas de la ciudad de México. Irónicamente, el agua subterránea en la Subcuenca de México suministra, aproximadamente, el 80% del total del agua que se consume en el Distrito Federal . En lo referente a la calidad del agua, además del efecto que la contaminación antropogénica puede producir, la calidad natural del agua bombeada en pozos puede evolucionar debido a la introducción dominante de agua de diferente calidad natural, mismas que forman parte de los sistemas de flujo de donde actualmente el agua es extraída, en otras palabras, esta agua es una mezcla en diferentes proporciones de aquellas que provienen de las unidades geológicas presentes en el subsuelo: 1) del acuitardo, 2) de los materiales granulares y fisurados que comprenden la porción captada por la mayoría de los pozos y 3) de las rocas calcáreas que subyacen la secuencia volcánica. Por tales motivos, en los últimos años, se ha detectado que el agua subterránea que se extrae en algunas áreas de la ciudad de México, fundamentalmente en la zona oriente (Iztapalapa, Tlahuac y Xochimilco) presenta cambios en su calidad química, que en general han sido en el sentido de una notable degradación. Los parámetros químicos que se presentan en mayor concentración en algunos de los pozos de extracción de agua potable son: hierro y manganeso (entre otros), causando que este primordial líquido no sea adecuado para el consumo humano. La concentración y distribución de los diferentes elementos y compuestos químicos presentes en el agua extraída de los pozos, indica el aporte de contaminación de origen antropogénico (doméstico, municipal y lixiviados) y natural. En relación a éste último, se identifican tres aportes directos que degradan el agua extraída por los pozos: 1) agua somera del acuitardo con salinidad elevada en un ambiente reductor derivado de las reacciones de oxidación de materia orgánica, escenario que simplifica la presencia y movilidad de los valores de hierro y manganeso, 2) agua superficial que circula por los basaltos interdigitados con los sedimentos arcillosos, cuyos valores de conductividad hidráulica y composición química específica cuando están influenciados directamente por las condiciones reductoras generadas en los sedimentos lacustres, la disolución de silicatos y óxidos de hierro presentes en estas rocas aportará valores importantes de hierro y manganeso y, 3) agua profunda cuya composición química, condiciones de óxido reducción y temperatura influyen directamente en la elevación de las concentraciones de elementos traza (litio. plomo, entre otros) Con el interés de garantizar la concentración requerida por la normatividad nacional, en relación a estos iones en el agua potable, las autoridades competentes han construido varias plantas potabilizadoras a pie de pozo, obteniendo con esto mejorar la calidad del agua que distribuye a la población. Sin embargo, se sigue observando, tanto en esta zona como en otras del Distrito Federal, que la calidad química del agua extraída se degrada cada vez más, lo que trae por consecuencia que las plantas no operen de acuerdo a su diseño de construcción con el transcurrir del tiempo y se tengan que reajustar los diseños de ingeniería, en otras palabras, ampliar las obras a un costo superior al inicial programado.
En lo general, la calidad del agua subterránea extraída en la Subcuenca del Valle de México es de buena calidad, exceptuando la de la zona oriente de la ciudad, donde se presenta, además de la mezcla de aguas con diferente contenido químico, la presencia de contaminación de origen antropogénico, tales como: nitrógeno amoniacal, coniformes totales y fecales, entre otros. En referencia al agua superficial, existen serias dudas sobre la eficiencia de la potabilizadora “Los Berros”, por la presencia de contaminantes que no pueden ser removidos por el método de floculación-filtración. Las autoridades deben de apegarse a la normatividad vigente para asegurar la calidad del agua para consumo humano, tanto en el aspecto químico como en el microbiológico. Se requiere una revisión a fondo de la legislación federal, en lo particular la Ley de Derechos en Materia de Agua, para evitar que los cuerpos de agua, suelos y subsuelo sigan siendo utilizados como “Cuerpos Receptores”. Las políticas ambientales y de salud deben de estar guiadas en un sentido integral, para hacer una barrera al borde del camino y no el hospital al fondo del precipicio donde se atiendan a los heridos. |
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